Escoge tus comidas y planifica tus compras para saber en todo momento qué vas a cocinar y tener los ingredientes preparados. Personalízalo a tus necesidades familiares.
Comer saludable no es complicado, hay muchas recetas muy rápidas. Sólo necesitas haber comprado los ingredientes. No saber qué vas a comer facilita la compra por impulso, que en muchas ocasiones es menos saludable.
Una pequeña planificación te ayuda a comprar aquello que necesitas: sabes porqué compras cada ingrediente y cuando lo vas a utilizar. Además visitarás el supermercado menos veces.
Cada año se malgantan millones de toneladas de comida. Si, tu puedes ayudar a tener un mundo más razonable y justo reduciendo las compras impulsivas.
Elige tus platos favoritos y déjate llevar por alguna sugerencia de platos fáciles que no sueles cocinar para ampliar tus opciones.