Fácil
30 Minutos
25 Minutos
Ingredientes
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Rúcula
: 60 gr.
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Alcachofa
: 1 ud.
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Cebolla
: 1/4 ud.
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Pimiento rojo
: 1/2 ud.
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Tomate frito
: 60 gr.
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Harina de trigo
: 150 gr.
(de panadería)
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Agua
: 100 ml.
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Levadura fresca
: 10 gr.
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Aceite de oliva virgen extra
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Sal
Preparación
Prepara primero la masa de la pizza. Deshaz la levadura y mézclala con la harina en un cuenco amplio. Añade la sal y un chorreón de aceite. Remueve y ve añadiendo poco a poco el agua templada, removiendo suavemente.
Trabaja la masa en el mármol o una mesa hasta que tenga una consistencia elástica y no se pegue. Una vez amasada dale forma de bola y déjala reposar en el cuenco tapada con un trapo unas 2 horas o hasta que duplique su tamaño.
Mientras fermenta la masa corta el tallo de la alcachofa y limpia la cabeza retirando las hojas duras. Trocéala.
Lava y trocea el pimiento rojo y la cebolla.
Precalienta el horno a 220 grados y a continuación extiende la masa dándole la forma que prefieras (redonda, rectangular, etc.) dejando un grosor de un centímetro.
Coloca la masa sobre papel de horno en una bandeja metálica y hornéala durante unos 5 minutos.
Después retira la masa de pizza del horno y añade el relleno: empieza cubriendo la masa con una capa de tomate frito.
A continuación distribuye la alcachofa, la cebolla y el pimiento rojo.
Vuelve a meter la pizza en el horno durante 15 minutos más.
Retírala del horno cuando los bordes estén dorados. Distribuye por encima la rúcula y corta la pizza en porciones.
Sírvela muy caliente.
También puedes comprar una buena masa para pizza y no hacer el amasado